Rafael Nadal nº1 de oro
La condición de campeón olímpico resplandece en la estela de Rafael Nadal, alumbrado por el oro colgado al cuello en el podio de Pekín (ver crónica) y que ilumina, desde ya, su puesta de largo como nuevo número uno del mundo. Nuevos vientos soplan para el tenis mundial. El español ha sido el único capaz de alterar el orden en el circuito. De terminar con la dictadora instaurada hace más de cuatro años atrás por un talento acordado entre el puñado más excelso de la historia. Rafael Nadal tiene mucho que ver en la abdicación de Roger Federer, imposibilitado a prolongar su magia permanente entre las alturas de la clasificación. Y enquistado en el ímpetu de frenar el advertido crecimiento del balear. Tanta presión ha terminado con el mito. Al menos de momento.
Un lunes 18 de agosto permanecerá registrado como la coronación del mejor deportista español. Un tipo plagado de ambición, de superación, que valida y representa como nadie los valores anhelados por la condición humana. Aquellos que propician el éxito. Nadie como él. Capaz de romper los registros, batir récords y tumbar barreras. Intratable en su hábitat natural pero posibilitado también para invadir territorio ajeno. Hoy, Rafa Nadal es oficialmente número uno del mundo.
El primer tenista español en conseguir el oro olímpico fue el mismo que terminó con la larga travesía del desierto en Wimbledon. De unir los tiempos de Manolo Santana con los suyos. De alcanzar la cima del mundo. Y de intentar prolongar su estancia más allá del obtenido por Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyá, los referentes hispanos más recientes.
Después de hacer de Roland Garros un feudo intratable, con 28 victorias seguidas y cuatro copas de los Mosqueteros, el tenista de Manacor tiene ante sí el mejor panorama. Un alentador futuro. Mucho ha tenido que ver en la trayectoria del balear las directrices de su tío y entrenador, Toni Nadal. Un tipo de talante tranquilo, que pretende traspasar ese sosiego, desde la sombra, al hombre al que ha situado a la altura de los mitos: de Bjorn Borg, de Ilie Nastase, de Mats Wilander, Jimmy Connors, John McEnroe… ilustres que marcaron una época y dejaron grandes momentos para la historia.