Nadal: llegó como tenista y se va como atleta
Rafa Nadal se desploma cada vez que gana. En el Olympic Tennis Centre de Pekín también su derroche de esfuerzo fue detenido por el cemento. Cayó rendido luego de ganarle a Fernando González 6-3, 7-6 (7-2) y 6-3 pero enseguida se rehizo para saludar a su rival, el tenista chileno ganador de la medalla plateada. El tenis está en un ámbito donde hasta el que pierde, gana.
Quizás debíamos empezar por lo que a Rafa Nadal le falta ganar. En su mira pueden estar el US Open, el Master de Shanghai y (ay…), la Copa Davis que todavía tiene a España en carrera y con una final que podría ser contra la Argentina.
Cualquiera se conformaría con un impacto en alguna de esas citas futuras y cerraría el año feliz. Rafael Nadal seguramente no. Debe querer ganar todo eso como ya ganó Roland Garros, Wimbledon y ahora los Juegos Olímpicos.Ya desplazó a Roger Federer del número uno del mundo en el ranking que el lunes se publicará con el pan de la mañana y ya defendió dos veces su segundo lugar en Hamburgo y Roland Garros, cuando Novak Djokovic estaba en condiciones de desplazarlo. Vaya coincidencia: cada vez que Djokovic pudo quitarle algo a Nadal, falló. Inclusive en Pekín en semifinales y con las medallas en el horizonte. Nadal fue oro, Djokovic fue bronce.
Rafa ganó dos Grand Slam, varios torneos por triplicado o cuadruplicado (Barcelona, Montecarlo) y ahora los Juegos Olímpicos. Es un Michael Phelps desperdigado a lo largo de un año en vez de concentrado una semana.
El triunfo de Rafael Nadal tiene un valor simbólico alto. El tenista mas profesional del momento en el ámbito más amateur que le queda al deporte. Que es poco, pero algo le queda. Nadal no solamente ganó la medalla dorada, sino que fue un atleta absolutamente consustanciado con el ambiente olímpico. “Me piden fotos y se las doy. Son deportistas como yo. Me gusta vivir acá, estar en grupo y no moverme solo como en el circuito. Esto es mejor. No tienes chofer, pero que va. Se puede vivir sin eso y hasta soy más feliz…”, había comentado tras ganarle en un duro debut a Potito Starace en tres sets.
Contra Fernando González tuvo una final intensa. Exigente pero no de riesgo. Feña se la hizo dificil en el segundo set, le pudo quebrar para ganar el segundo set cuando estaba 6-5 y 15-40 con saque de Nadal, pero su juego no dio para tanto. González no tiene misterios. Es mejor jugador de cemento ahora, pero su estilo se basa en lances constantes que depender de su pericia para definir. Puede dejarlo parado a Nadal o puede errar con mucho margen. Nadal puesto a defender tiene su prestigio bien ganado. Cuando domina no hay manera de superarlo y si lo González lo atacaba, Rafa tenía resto para el contragolpe. Final de la historia.
Las 18 mil personas que llenaron el estadio del Olympic, en una tarde que se hizo noche con amenaza de lluvia constante, presenciaron una nueva etapa de la exitosa campaña de Rafa Nadal en 2008. Nadal es el jugador que definitivamente se ha separado del resto. Nadal, hoy, es más que Roger Federer y que Novak Djokovic. Pueden comentar tranquilos bajo el post y hacer conocer sus versiones y sus preferencias, pero los números de esta temporada del tenista español son formidables. Y en tenis los números mandan. Rafa Nadal destrozó cualquier oposición que le hayan puesto enfrente. Fue bueno (buenísimo) en polvo de ladrillo, una revelación en césped y ahora se corona en un cemento muy parecido al de Indian Wells.
De todos modos este éxito del tenista español excede a la competencia misma. Nadal, como Federer, Djokovic, Blake y también Nalbandian eligió apretar más su calendario para ganar la medalla dorada justo una semana antes del inicio del US Open. En un año donde la falta de descanso y las pausas alteraron los planes de todos los jugadores, Nadal llevó sus exigencias a todas las canchas del planeta. Guillermo Cañas nos decía que a diferencia de otros deportistas que trabajan a largo plazo, los tenistas no se preparan para los Juegos Olímpicos, sino que lo añaden a su calendario. Eso mismo hizo Nadal, deseoso además de vivir la experiencia olímpica de la que ya ha dado detalles en variadas declaraciones.
Rafa Nadal mañana será (¡por fin!) el número uno del mundo, según la dichosa nomenclatura de la ATP. Hace rato que lo es. Se sacó una foto con Phelps y le sacaron cientos en la Villa Olímpica. Se tomó el ómnibus como todos y no tuvo un chofer a disposición. Durmió como los ciclistas, los judocas, los basquetbolistas y los gimnastas españoles. No tuvo privilegios. O mejor dicho, conoció unos nuevos.
Llegó como tenista y se va como atleta. Eso vale tanto como la medalla dorada.
Los podios del tenis
Individuales masculinos
Oro: Rafael Nadal (España)
Plata: Fernando González (Chile)
Bronce: Novak Djokovic (Serbia)
Individuales femeninos
Oro: Elena Dementieva (Rusia)
Plata: Dinara Safina (Rusia)
Bronce: Vera Zvonareva (Rusia)
Dobles Masculinos
Oro: Roger Federer-Stanislas Wawrinka (Suiza)
Plata: Thomas Johansson-Simon Aspelin (Suecia)
Bronce: Mike Bryan-Bob Bryan (Estados Unidos)
Dobles femeninos
Oro: Serena Williams-Venus Williams (Estados Unidos)
Plata: Virginia Ruano Pascual-Anabel Medina Aguirres (España)
Bronce: Zi Yan-Jie Zheng (China)